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El operativo en Río de Janeiro, un fantasma que podría afectar la sensación de inseguridad entre los turistas: recomendaciones para viajar


El megaoperativo de saldo trágico en las favelas de Complexo do Alemão y Penha, en Río de Janeiro, inevitablemente tiene implicaciones significativas para la percepción de seguridad en Río de Janeiro, lo que podría afectar el turismo. Las calles cariocas amanecieron este martes vacías y las escuelas cerradas.

Las noticias sobre operativos violentos y la gran cantidad de víctimas mortales se difunden rápidamente a nivel global. Esto refuerza la percepción de que Río es una ciudad insegura, lo que puede disuadir a turistas potenciales, especialmente aquellos que son más sensibles a los avisos de viaje sobre la violencia urbana.

Aunque Alemão y Penha son zonas distantes de los principales puntos turísticos (como Copacabana, Ipanema o el Corcovado), la sensación de inseguridad puede extenderse. Los turistas podrían volverse más cautelosos incluso en las áreas tradicionalmente consideradas seguras.

Las favelas que han desarrollado programas de turismo comunitario (como Rocinha o Vidigal, que están en la Zona Sur, lejos del operativo) probablemente verán una caída en las visitas por el miedo generalizado a los enfrentamientos policiales.

Las agencias de viaje y guías turísticos deberán revisar sus itinerarios y protocolos de seguridad, e incluso algunos podrían suspender temporalmente las visitas a las comunidades para proteger tanto a los turistas como a los residentes locales.

La inseguridad es histórica y endémica en Río de Janeiro. Y los operativos policiales contra el narco son moneda corriente.

Aunque el complejo de Alemao y la barriada de Penha esten alejadas de las zonas más turísticas, las famosas playas del sur además han sido en el pasado presa de «arrastões» o robo en masa, como en Copacabana, Ipanema o Leblon.

En los «arrastões» jóvenes corrían en estampida a lo largo de la playa, robando bolsos, celulares y pertenencias de forma rápida y violenta, creando pánico generalizado.

Si bien este fenómeno es un riesgo persistente, hoy priman los robos individuales durante la temporada alta.

Sin embargo, el turismo nunca dejó de llegar a Rio de Janeiro.

Antes de la pandemia, el Estado de Río de Janeiro recibía anualmente alrededor de 1,2 a 1,3 millones de turistas internacionales. La tendencia reciente indica una fuerte recuperación, acercándose o incluso superando estas cifras, con expectativas de un número aún mayor para el total del año.

Solo en los primeros cinco meses de 2025, llegaron un millón de turistas.

Las autoridades en Río de Janeiro han aplicado medidas de seguridad para proteger al turismo. También emiten de manera constante recomendaciones para evitar riesgos.

La principal recomendación es evitar ingresar a favelas sin un guía local o sin ser parte de un tour organizado y reconocido. Comunidades como el Complexo do Alemão y Penha (donde ocurrió el megaoperativo) son zonas de conflicto activo y están totalmente fuera del circuito seguro para el turismo individual.

Se recomienda evitar caminar por calles poco iluminadas o desiertas, incluso en barrios turísticos, especialmente después del anochecer. Esto aplica a zonas del Centro Histórico (Santa Teresa, Lapa, Cinelandia) una vez que cierran los comercios.

Las áreas cercanas a la Terminal de Autobuses (Rodoviária) y la Terminal de Trenes suelen tener una alta incidencia de hurtos y asaltos. También se deben evitar.

En el caso específico de las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon, las autoridades han reforzado la vigilancia con más policía y sistemas de videovigilancia, especialmente en temporada alta, para prevenir los robos.


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