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Imágenes satelitales muestran cómo Trump destruyó por completo el Ala Este de la Casa Blanca, aplanando 123 años de historia


Prometió que no tocaría mucho. Y la destruyó entera. Imágenes satelitales tomadas el jueves muestran como en un puñado de días topadoras acabaron con la histórica Sala Este de la Casa Blanca, donde Trump construirá un salón de baile de más de 8.000 metros cuadrados.

El Ala Este, base de operaciones de las primeras damas de Estados Unidos, no existe más.

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Demuelen un parte histórica de la Casa Blanca para construir un salón de baile para Trump

El Ala Este se construyó en 1902 por orden del presidente Theodore Roosevelt. Y luego fue remodelada y ampliada en 1942 durante la administración de Franklin D. Roosevelt. En ese momento se añadió el espacio que históricamente albergó las oficinas del personal la Primera Dama y la entrada social.

El lunes surgieron imágenes que mostraban a los equipos de construcción derribando la fachada como parte del ambicioso plan del presidente para construir un salón de baile que, según él, costará unos 300 millones de dólares.

Las últimas imágenes muestran que toda la estructura del Ala Este, así como el pasillo y la columnata que la conectan con la residencia presidencial en la Casa Blanca, han sido demolidos.

Chelsea Clinton, hija del expresidente estadounidense demócrata Bill Clinton (1993-2001), consideró que el derribo del Ala Este refleja el «desprecio hacia la historia» que, en su opinión, lo caracteriza.

«Un desprecio hacia la historia es un rasgo definitorio de la segunda Administración de Trump», dice en una columna en el medio USA Today.

Chelsea Clinton recuerda que ella siempre tuvo claro, mientras su padre estuvo en el poder, que la Casa Blanca era donde vivían, pero que no era su casa: «La Casa Blanca pertenece a la población estadounidense, y por eso la llamamos la Casa del Pueblo. Yo nunca lo olvidé».

La presidencia de Bill Clinton tuvo lugar entre la de los republicanos George H.W. Bush (1989-1993) y George W. Bush (2001-2009), su hijo.

Chelsea señala que acudió por primera vez a la mansión presidencial cuando tenía 12 años y Barbara Bush se la enseñó a ella y a su madre, la excandidata presidencial Hillary Clinton, poco antes de que ellos se instalaran. Posteriormente, ellas hicieron lo mismo con las siguientes inquilinas.

«Siempre tuve la sensación de que la familia Bush, al igual que la mía, entendía que todos estábamos simplemente de paso, incluso mientras nuestros padres estaban dando forma a la historia de Estados Unidos», añade.

Aunque en todas las presidencias se han hecho cambios en la Casa Blanca, como la instalación de un huerto por parte de la ex primera dama Michelle Obama (2009-2017), Chelsea Clinton considera que una modificación tan radical por parte de Trump es «inquietante».

«Lo que se desmanteló hoy no es solo mármol o yeso; es un reflejo de lo fácilmente que la historia puede borrarse cuando el poder olvida su misión«, concluye.

La Casa Blanca ha seguido adelante con el masivo proyecto de construcción del salón de baile a pesar de no contar aún con la aprobación de la Comisión Nacional de Planificación de la Capital (NCPC), que aprueba trabajos de construcción y renovaciones importantes en edificios gubernamentales en el área de Washington.

Trump había dicho en julio, cuando se anunció el proyecto, que el salón de baile no interferiría con la mansión en sí. «Estará cerca, pero sin tocarla, y respeta totalmente el edificio existente, del que soy el mayor fan», dijo sobre la Casa Blanca.

Con información de agencias


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