Solo dos días para ser padre: por qué Argentina necesita ampliar urgentemente las licencias de paternidad
En Argentina, la Ley de Contrato de Trabajo vigente desde 1974 establece que los padres tienen derecho a solo 2 días corridos pagados de licencia por paternidad, que deben tomarse inmediatamente después del nacimiento del hijo. Esta normativa, que no ha sido actualizada en casi cinco décadas, ubica al país en el extremo inferior de la región en términos de políticas de corresponsabilidad parental.
Una deuda pendiente con la igualdad de género
La brevedad de la licencia por paternidad argentina no es solo una cuestión de días: es un reflejo de estructuras sociales que perpetúan roles de género tradicionales. Los roles tradicionales de género asignan históricamente a las mujeres la responsabilidad principal del cuidado de los hijos y a los hombres la función de sostén económico.
«Por las diferencias existentes entre las licencias por maternidad y paternidad, desde la política pública se refuerza el entendimiento de que las mujeres se tienen que ocupar del cuidado«, explica Gala Díaz Langou, Directora de Protección Social de CIPPEC. Esta división se refleja en las leyes laborales que otorgan 90 días de licencia de maternidad frente a apenas 2 días de paternidad.
Esta desigualdad legal tiene consecuencias profundas: limita la participación activa de los hombres en el cuidado temprano del hijo, dificulta que desarrollen un rol parental equitativo y refuerza la idea de que el cuidado es «cosa de mujeres». Al mismo tiempo, mantiene a las mujeres como principales responsables del cuidado, impactando negativamente en su participación laboral y económica.
Otra consecuencia es que discrimina a la mujer dentro del mercado laboral, ya que al ser quien generalmente goza de una mayor cantidad de tiempo por licencia de maternidad, las empresas podrían optar por no contratar a una mujer o no darle roles de mayor responsabilidad, pensando que en caso de que un hombre tenga un hijo deberá darle menos días por licencia de paternidad.
Los beneficios de ampliar las licencias de paternidad
La evidencia internacional demuestra que extender las licencias de paternidad genera beneficios múltiples para toda la familia y la sociedad. Los estudios indican que los niños cuyos padres toman licencia por paternidad tienen mejores resultados cognitivos, emocionales y de salud mental conforme crecen. La presencia temprana y activa del padre contribuye a un mejor desempeño escolar y bienestar general.
Para las madres, la participación del padre en el cuidado del recién nacido reduce el riesgo de depresión posparto y les permite descansar y recuperarse mejor, favoreciendo su salud física y emocional. Además, promueve una distribución más equitativa de las responsabilidades de cuidado y tareas domésticas, apoyando el regreso de la madre al mercado laboral y reduciendo la brecha de género en el empleo y los ingresos.
Conoces las licencias por paternidad en América Latina? pic.twitter.com/xYXXXnIsMo
— Manuel Escobar (@finanzacontable) September 1, 2024
Los padres también experimentan beneficios significativos. Tomar licencia por paternidad les ayuda a desarrollar confianza en sus habilidades de cuidado y establecer un vínculo duradero con sus hijos, convirtiéndolos en padres más activos e involucrados a largo plazo. Los hombres que cuidan a sus hijos desde temprano tienden a experimentar mejor bienestar emocional y físico.
El panorama regional: Argentina se queda atrás
La comparación con otros países de América Latina evidencia el rezago argentino en esta materia. Paraguay y Colombia otorgan 14 días de licencia por paternidad, Uruguay ofrece 13 días, mientras que Perú y Ecuador conceden 10 días. Colombia, además, ha anunciado la extensión de su licencia por paternidad a 21 días a partir de 2025, con pago del 100% del salario.
Incluso dentro de Argentina existen disparidades: algunos sectores públicos ofrecen 5 días, y el trabajo agrario puede llegar hasta 30 días, pero estas excepciones no alcanzan a la mayoría de los trabajadores formales.
La situación se agrava cuando se considera que solo el 51% de las trabajadoras y el 47% de los trabajadores reciben licencias por maternidad y paternidad respectivamente, ya que están restringidas a los trabajadores formales en relación de dependencia. Los monotributistas, autónomos y trabajadores informales quedan completamente excluidos de estos beneficios.
Iniciativas empresariales adelantadas
Algunas empresas han tomado la delantera implementando políticas más generosas. Natura, la multinacional brasileña de cosméticos, extendió las licencias por paternidad a 40 días, beneficio que incluye casos de adopción y parejas del mismo sexo. Según Mariana Talarico, Directora de Recursos Humanos de Natura para Latinoamérica, el 100% de los padres durante el período de implementación utilizaron esta licencia.
Patagonia fue aún más lejos, incorporando en Argentina los beneficios de su casa matriz estadounidense: 84 días de licencia parental remunerada que incluye adopción, y 112 días de licencia de maternidad por embarazo. Rose Marcario, CEO de Patagonia, destaca que el 100% de las mujeres que tuvieron hijos en los últimos cinco años regresaron al trabajo, y que estos beneficios aumentan la retención de talentos.
La duración de las licencias por paternidad en Sudamérica varía significativamente por país. Mientras que Venezuela, Colombia y Paraguay ofrecen 14 días, Argentina sólo ofrece 2 días. pic.twitter.com/nfEe8TRF1U
— Argentina en Datos (@arg_endatos) June 16, 2024
Los desafíos de la implementación
Sebastian Waisgrais, Especialista de Monitoreo e Inclusión Social de UNICEF Argentina, desmiente la falsa dicotomía entre más licencias y productividad: «Las licencias generan un mejor clima laboral, más compromiso con la empresa, menores tasas de rotación«.
Sin embargo, los expertos advierten que no basta con cambiar la legislación. «No se trata de aprobar una política y nada más. La organización tiene que acompañar los cambios y los equipos tienen que estar preparados«, señala Mariana Talarico. Además, es crucial que las licencias sean obligatorias y no transferibles, ya que cuando son optativas, la mayoría de los hombres no las toma.
Modelos internacionales de referencia
Los países nórdicos lideran en políticas de corresponsabilidad parental. Suecia ofrece 480 días de licencia parental que pueden dividirse entre ambos padres, con aproximadamente el 80% del salario cubierto. Noruega brinda 49 semanas con salario completo o 59 semanas con salario reducido. Islandia se destaca por su modelo de igualdad, con licencias repartidas equitativamente entre madres y padres.
Como explica Carolina Aulicino, Oficial de Política Social de UNICEF, estos países necesitaron más de 30 años para consolidar sus modificaciones mediante cambios graduales. «Argentina está retrasada incluso en relación a los países de la región. Uruguay tiene una política de sistema de cuidado que fue posible gracias a cambios graduales«, señala.
🧍🏽Sobre la pregunta de igualar licencias para xadres no parece haber mayor desacuerdo. ¿Por qué todavía no tenemos una ley que de mínima amplíe la duración de las licencias por paternidad? pic.twitter.com/B6HTH0Xjkr
— EcoFeminita (@EcoFeminita) November 13, 2021
Hacia una nueva legislación
La diputada nacional Carla Carrizo enfatiza que «extender la licencia por paternidad no implica que el padre va a ayudar a la madre. La idea de cuidado compartido tiene que ver con que el padre también tiene derecho a vincularse emocionalmente con su hijo«.
Los proyectos legislativos actuales proponen ampliar la licencia por paternidad a 15 días corridos, un avance significativo pero aún modesto comparado con estándares internacionales. Lucía Martelotte, del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), considera que estos cambios deberían acompañarse de mayor infraestructura de cuidado y extensión de la jornada en instituciones educativas públicas.
La ampliación de las licencias de paternidad en Argentina no es solo una cuestión de derechos laborales: es una oportunidad para construir una sociedad más equitativa, donde hombres y mujeres compartan realmente las responsabilidades del cuidado y donde los niños puedan beneficiarse desde sus primeros días de la presencia activa de ambos padres. El tiempo de actuar es ahora.
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