El hermético Xabi Alonso regresa al muelle de Liverpool | Fútbol | Deportes

Cuando Xabi Alonso estaba a punto de entrar en el vestuario del Liverpool, en 2004, uno de los jefes de la caseta, Jamie Carragher, pensó: “¿Este quién se cree que es?”. El entrenador de entonces, Rafa Benítez, al comunicar a la plantilla la llegada del centrocampista, les dijo a los jugadores que el vasco ya le había comentado dónde podían mejorar desde el punto de vista táctico, según desveló hace un año Carragher. Al central y capitán aquello le pareció una osadía inaceptable. “Solo pensé: ‘22 años, viene de España y quiere decirnos lo que estamos haciendo mal. Joder, primero ponte la camiseta”, recordaba la gran referencia red. Una desconfianza inicial que, eso sí, apenas duró. “Solíamos hablar mucho de fútbol. Xabi veía muchos partidos”, cerró Carragher, hoy un animado comentarista de la televisión inglesa, a quien Alonso saludaba con cariño hace dos semanas, después del partido contra la Juventus.
El tolosarra regresa este martes con el Madrid a Anfield (21.00, Movistar), su casa entre 2004 y 2009 antes de marcharse al Bernabéu. Aquí, mientras la mayoría de sus compañeros se iba a las afueras, él se instaló en el centro, en un apartamento con grandes ventanales de Albert Dock, el antiguo muelle. Eran tiempos, sin el blindaje actual, en los que se dejaba fotografiar por los periodistas con una camiseta negra encima de otra blanca de manga larga a orillas del río Mersey, como un chaval donostiarra más, y frecuentaba a menudo su zona de residencia. “Xabi abrazó la vida en Liverpool”, apreció Carragher. Dentro del vestuario, los veteranos le agradecieron que actuara de puente entre la vieja guardia y la gran colonia de jugadores españoles. No tenía mal nivel de inglés gracias a algún verano que pasó en Irlanda.

“Siempre sabe bien volver a un sitio donde te han querido tanto. Me influyó mucho. Con Rafa Benítez aprendí que el fútbol de élite no es solo jugar partidos, sino prepararlos y pensarlos. Pero nosotros venimos a lo nuestro”, aclaró Xabi en un intento de huir del sentimentalismo. “Cuando vengo aquí o a Anoeta, trato que las emociones no me puedan demasiado para centrarme en el trabajo y que mi conexión con los jugadores no cambie”, continuó sobre un reencuentro especial, que tampoco será el único.
Alonso también vuelve a cruzarse con Florian Wirtz, más apagado en el Liverpool (125 millones este verano) que en el Leverkusen con el vasco. “Tiene 22 años, viene de otra Liga y va a necesitar más tiempo para adaptarse a otra intensidad”, puntualizó su entrenador, Arne Slot. También verá al lesionado Jeremie Frimpong, el lateral derecho que llegó en lugar del madridista Trent Alexander-Arnold, cuya imagen todavía preside el gran mural donde se cruzan las calles Sybil Street y Anfield Road, pese a la desafección de los aficionados por la forma de irse. A Xabi, mientras, le espera un recibimiento por aclamación.
En realidad, esta es la segunda vez en su carrera, entre futbolista y técnico, que acude a Anfield como visitante. Hace un año, salió trasquilado con el Leverkusen (4-0). En esta ocasión, y sin urgencias, el choque se presenta para los blancos (sin Mastantuono, con una pubalgia) como una oportunidad para confirmar que han dado de verdad un salto competitivo tras el clásico. De momento, a la cuarta jornada de la Champions llegan con el segundo su mejor inicio en una temporada tras 14 partidos: 13 victorias y una derrota, igual que en la 61-62, con Miguel Muñoz en el banquillo, y solo peor que la 1928-29 (13 triunfos y un empate).

La cita, más allá del césped, también explica algo de la nueva etapa con el tolosarra. Por primera vez desde que se fue José Mourinho en 2013, el equipo entrenó este lunes por la mañana en Valdebebas, viajó por la tarde a Liverpool y Anfield ni lo pisó. Solo la sala de prensa y los exteriores para el homenaje al fallecido Diogo Jota. El resto se marchó directo al hotel.
Una decisión personal del nuevo entrenador. “También lo hacía en Leverkusen. Si entrenamos aquí algo, le estamos dando pistas al rival”, justificó este lunes. “Preferimos preparar el partido en nuestro espacio para que no nos cojan 200 cámaras”, advirtió el sábado. La situación revela el hermetismo que trata de implantar alrededor del vestuario y que se extiende también a las comparecencias ante la prensa, donde se le nota incómodo cuando se le requieren más explicaciones de las que quiere dar. A diferencia del último Carlo Ancelotti, el equipo corre más y él habla menos.
Las necesidades apremian más al Liverpool, que este sábado frenó su desplome tras seis derrotas en siete encuentros. A siete puntos del Arsenal en la Premier, con seis en la Champions y eliminado ya de la Copa de la Liga, la enorme inversión veraniega (260 millones netos) no ha alumbrado de momento un conjunto feliz. El fichaje más caro de Inglaterra, Alexander Isak (145), es baja por lesión (igual que el portero Alisson). Un “clásico por historia y presente”, lo definió Alonso, que dividió su previa entre lo deportivo y la nostalgia. “Xabi ganó la Champions aquí. Todos hablan de él con respeto, como una buena persona”, concluyó su colega Slot.

Homenaje a Diogo Jota
Xabi Alonso, Trent Alexander-Arnold, Dean Huijsen y Emilio Butragueño realizaron una ofrenda floral en el monumento funerario que recuerda al exjugador del Liverpool Diogo Jota, fallecido el pasado 3 de julio en un accidente de tráfico en Zamora, junto a su hermano pequeño, Andre. Trent, compañero suyo en el Liverpool hasta la temporada pasada, dejó una carta manuscrita en recuerdo del portugués. “Se te echa tanto de menos pero al mismo tiempo eres tan querido. Tu memoria y la de Andre siempre vivirá. Siempre sonrío cuando pienso en ti y siempre recordaré los buenos tiempos que compartimos. Te echo de menos cada día”, rezó la nota. El Atlético, en la previa de su encuentro en Anfield del 17 de septiembre, también homenajeó a su exjugador.
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