Los presos políticos que Armenia le reclama a Azerbaiyán, y el caso de un conocido empresario

La cuestión de los prisioneros armenios en Azerbaiyán es uno de los grandes conflictos existentes entre Erevan y Bakú, enfrentados en al menos tres guerras de origen territorial, política y religiosa. Son vecinos y enemigos. Y para Armenia, el más actual factor de presión, ya que el 24 de abril pasado se cumplieron los 110 años del genocidio armenio, cuyo reconocimiento le reclama a Turquía como heredero el Imperio Otomano.
En una visita que hizo Clarín a Erevan para dicho aniversario, junto al llamado Grupo de Amigos de Armenia, el conflicto por los prisioneros en Azerbaiyán estuvo tan vivo como la historia centenaria. Ello, debido al reclamo persistente de Erevan en torno a su último conflicto con Bakú: en 2023, las fuerzas de Ilham Aliyev avanzaron sobre la región de Nagorno Karabaj, que para los armenios era la ahora disuelta República de Artsaj.
La comunidad internacional le reconoce a Azerbaiyán el territorio, de donde fueron desplazados entonces al menos 120.000 armenios que vivieron allí históricamente. Y es ahí donde Armenia, con apoyos en Estados Unidos y Europa, de diversos organismos internacionales, reclama que hay al menos 23 prisioneros políticos detenidos. Denuncian que sus derechos se están violando con detenciones arbitrarias y que ello constituye crímenes de guerra.
Entre los prisioneros armenios de Azerbaiyán se encuentra el mega empresario Rubén Vardanyan, que quedó atrapado en una maraña judicial y sin respuesta. También se llevaron a los ex presidentes, Arkadi Ghukashyan, Bako Sahakyan y Arayik Harutyunyan, y al ex canciller David Babayan.
Nacido en Armenia, con una prolífica carrera universitaria y empresarial en Moscú, Vardanyan es un empresario cuya fortuna ascendió a U$S 1.000 millones según la revista Forbes. Es un filántropo, muy conocido aquí, cuyas donaciones están presentes en numerosos espacios de la vida cultural y educativa en Armenia. Fue cercano a Vladimir Putin, quien podría tener la llave política para hacerle un reclamo a Aliyev. Vardanyan era ministro de Estado de Artsaj/Nagorno Karabaj y fue preso tras la conquista por parte de Azerbaiyán de Nagorno Karabaj, en septiembre de 2023.
Clarín entrevistó a la abogada de Vardanyan, Siranush Sahakyan, una reconocida especialista en Derecho Internacional, quien llevó en su estudio otros casos conocidos como el del asesinato con un hacha de de un teniente del ejército armenio por parte de otro militar pero azerí cuando ambos participaban de un curso de entrenamiento, en 2006, patrocinado por la OTAN. El crimen quedó impune.
Además de ella y la familia de Vardanyan, hay figuras que lo están defendiendo en el ámbito público, entre el empresario argentino Juan Pablo Gechidjian. Vive en los Estados Unidos y preside el grupo de amigos de Armenia.

Sahakyan estima que podrían haber hasta 80 detenidos en Azerbaiyan entre los oficializados y los no oficializados.
Bakú acusa a Vardanyan como a los otros detenidos de cometer actos de “terrorismo y separatismo” en lo que considera su territorio -la comunidad internacional al reconocer como azerí a Nagorno Karabaj respalda esta supuesta teoría no demostrada por Baku- y afirma que que los prisioneros son los responsables de crímenes de guerra. Vardanyan, cuyo estado físico, según asegura la familia se deterioró mucho por una huelga de hambre que hizo en marzo pasado, enfrenta una posible cadena perpetua.
El gobierno de Azerbaiyán dice que sus detenciones se ajustan a “legitimo derecho”, y a “proceso” y que los prisioneros, incluyendo a Vardanyan, deben cumplir las leyes nacionales y lo que diga la justicia por sus supuestos delitos en Nagorno Karabaj.
Nagorno-Karabaj es una región separatista de mayoría armenia cuyo control tuvo Erevan tras otros combates en los noventa. Azerbaiyán recuperó parte del territorio en la guerra de 2020. En 2022 hubo nuevas tensiones cuando activistas respaldados por Azerbaiyán bloquearon el corredor de Lachin, la única carretera que conectaba a Armenia con el enclave. Y en septiembre de 2023, combatientes de la etnia armenia en la región depusieron sus armas tras la sangrienta ofensiva de Azerbaiyán.
Allí se llevaron a Vardanyan y a otros presos. Tras el final de sus guerras anteriores, Erevan y Baku intercambiaron prisioneros, pero Vardanyan, cuya detención data de la incursión azerí de 2023, sigue preso sin luz de salida alguna, aunque posiblemente sea la política y diplomática.
Sahakyan fue elegida mejor abogada en 2024 en su pais, y es la defensa privada de la familia Vardanyan. Según supo Clarín, recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, “El sistema judicial Azerbaiyán no es independiente”, dice y agrega que funciona como una herramienta de represión política y una extensión del poder ejecutivo”, de Aliyev.

Según Sahakyan los juicios que están llevando contra Vardanyan “no cumplen con las normas internacionales fundamentales establecidas por instrumentos como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH)”.
Afirma también que no hay precedentes en el Derecho Internacional para estos casos y que los Tribunales de Nuremberg y Tokio levantados tras la Segunda Guerra Mundial, y el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia tras 1991 operaron a nivel internacional. Ello, “refuerza el principio de que estos casos requieren una sentencia independiente y objetiva más allá de los sistemas jurídicos nacionales”, expresa la especialista.
Empoderado por el crecimiento de su economía basada en el petróleo y el gas, la política exterior de Azerbaiyán se ha fortalecido, como también el poder de Aliyev, que gobierna desde 2003, increpó ahora Armenia. La amenaza con nunca normalizar las relaciones bilaterales e incluso de arriesgar otra guerra si no promulga una nueva constitución en la que exige la eliminación de toda referencia en la declaración de independencia de 1990 al territorio de Nagorno Karabaj.
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