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«¿Y a éstos quién los invitó?», el polémico grafiti contra Milei a metros del funeral del papa Francisco


Mientras cientos de miles de feligreses se acercaron a despedir al papa Francisco y distintos líderes políticos viajan hacia Roma para asistir al funeral, una artista callejera discípula de Banksy pintó en las últimas horas y a metros del Vaticano un grafiti para criticar la «lista de invitados». En él, se observa la imagen de Francisco leyendo nombres de líderes que asistirán. «¿Y a éstos quién los invitó?», se pregunta. En esa nómina aparece Milei.

En las inmediaciones de la Ciudad del Vaticano, un retrato grafiteado de Jorge Mario Bergoglio, que el pasado lunes falleció como Sumo Pontífice de la Diócesis de Roma. Dos elementos componen el dibujo que aún se puede observar en la Via Piccolomini, de Roma, desde la que se observa la cúpula de la Basílica de San Pedro: la imagen del Santo Padre de perfil y una nube de diálogo. «¿Y a éstos quién los invitó?», polemiza el pensamiento del Francisco dibujado.

Perfil izquierdo del Papa, vestido con sus tradicionales hábitos y bajo un aura dorada. Del palio papal (la prenda que cuelga desde sus hombros), se desprende una firma: Laika, el nombre artístico de la autora del dibujo. La mano de ese mismo perfil sostiene una lista con cinco apellidos: Trump, Milei, von der Leyen, Salvini y Piantedosi.

Claro, la lista está compuesta por verdaderas figuras de relevancia en el ámbito político global: Trump es el presidente de los Estados Unidos (país al que viajó el Sumo Pontífice poco tiempo antes de morir con motivo de la asunción del republicano); Milei es el presidente de Argentina (país en que nació y ofició el obispado y el arzobispado Bergoglio); Ursula von der Leyen es titular de la Comisión de la Unión Europea; Matteo Salvini es vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia (equivalente a vicejefe de Gabinete); y Matteo Piantedosi es ministro del Interior de Italia.

La narrativa de la artista estriba en que, a su juicio, estos políticos responden a un espectro político de derecha. Se desprende que, a juicio de Laika, la posición político-discursiva de Bergoglio durante sus doce años de pontificado fue en sentido inverso. Aunque también la artista puso sus reparos respecto del Papa y de la Iglesia Católica de Roma en la publicación en la que compartió las imágenes de su obra.

Escribió Laika: «Fue la primera vez que retraté al Papa en mis pintadas, dado que la Iglesia es un mundo extremadamente lejano para mí, sobre todo en términos de derechos civiles. Pero no se puede negar que Francisco haya sido un Papa atento a los migrantes, a la masacre de los palestinos y gazatíes, y con una posición contraria a la moción de rearme [de las naciones], en nombre de una paz sin armas».

«Pero quiero compartir una breve reflexión respecto del desfile de hipocresía que habrá este sábado: a su funeral asistirán Donald Trump, criticado por las deportaciones masivas de migrantes en los EE. UU.; Javier Milei, presidente argentino de extrema derecha y acusado de desmantelar el estado de derecho y de promover políticas de xenofobia», comenzó la justificación de su obra la artista italiana.

Y continuó: «Ursula von der Leyen, sostén del rearme europeo y contrara a la política de recepción de migrantes; Matteo Salvini, nunca recibido por el papa durante su pontificado; y Matteo Piantadosi, ministro del Interior, promotor del discutido Decreto Cutro».

Un detalle: Laika, el seudónimo que usa la artista, refiere al nombre de la perra soviética que viajó hacia el espacio a bordo del Sputnik 2 en 1957, adonde murió, justo luego de haberse convertido en el primer ser vivo en orbitar la tierra. Segundo detalle: Laika significa, en ruso, «ladradora». Tercero: Laika suena igual –tanto en italiano como en español– que laica, una mujer que es «independiente de cualquier confesión religiosa».

El decreto al que hace mención Laika se refiere a la aprobación en el Parlamento italiano del aumento y mayor severidad de penas para los traficantes de inmigrantes que cruzan el mar Mediterráneo desde el norte de África y otras zonas de Medio Oriente. Cutro, concepto que titula el decreto, hace referencia a una ciudad calabresa en la que desembarcan muchas de las balsas de migrantes.

«Pienso que Francisco, si hubiera podido, habría borrado voluntariosamente esos nombres de la lista de invitado», culminó su publicación Laika. Y adelantó que volverá a pintar las calles el mismo sábado (en que se celebrará el funeral del Papa) para conmemorar el octogésimo aniversario de la liberación de Italia del fascismo.

Por lo pronto, puso a la venta pósters del grafiti papal en su página personal. Costaba 170 euros, pero terminó poniéndoles un precio de 85 euros. Este viernes a última hora de Roma, el producto ya estaba agotado. «Sold out», se leía.


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