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¿Papa negro o Papa asiático? Quiénes serían y por qué tienen chances de llegar al trono de San Pedro

El legado del Papa Francisco no es solo de un reformista de la iglesia católica y su liturgia. Lleva la marca de un evangelizador jesuita, como los que llegaron a América del Sur durante la conquista, hasta ser expulsados por la monarquía española y disuelta la Compañía de Jesús. Un destino que no entendieron los argentinos cuando le reclamaban una visita. Francisco era un Papa global, con la misión de ampliar sus 1.200 millones de fieles más allá de las tradicionales fronteras católicas.

Por eso hoy se debate si el sucesor de Francisco puede ser un Papa asiático o un africano, cuya nominación podría conmover a la iglesia tanto como las reformas del pontífice argentino.

A evangelizar

Los millones de asiáticos y africanos a evangelizar o listos para participar en la inter-religiosidad, que el Papa Francisco tanto defendía y erizaba a los tradicionalistas con una agenda europea en el Vaticano, serán decisivos, cuando los 133 cardenales voten en el Cónclave secreto que se iniciará tras su funeral.

Asia, India, China, Myanmar, Indonesia, Malasia, Pakistán, donde los cristianos son perseguidos y asesinados, son territorios de conquista, desde el faro católico de Filipinas.

El acuerdo con China

Un acuerdo entre el Papa Francisco y el líder chino Xi Jinping puede ser determinante en la selección de obispos en ese país. Aunque el Santo Padre jamás visitó China, donde viven 6 millones de católicos. Nunca fue invitado.

Los críticos califican de traición el acuerdo que otorga al presidente Xi influencia sobre los nombramientos de obispos. Otros lo ven como un compromiso necesario entre las potencias mundiales.

El Papa y el presidente Xi nunca se conocieron, pero tenían mucho en común. Ambos tenían autoridad personal sobre una de las organizaciones de masas más poderosas de la historia. Ambos fueron elegidos para sus cargos por un pequeño cónclave de jerarcas de edad avanzada, y asumieron el cargo con pocas horas de diferencia, en marzo de 2013.

Los esfuerzos del Papa por superar estos conflictos son uno de los aspectos más controvertidos de su papado. Continuar con su enfoque o dar marcha atrás, como desearían algunos católicos, será uno de los desafíos decisivos para su sucesor.

Para la Iglesia, China es una fuente tan atractiva de posibles conversos como lo son sus consumidores para las multinacionales. Pero el Vaticano no ha tenido representación en el país desde 1951, cuando fue expulsado, dos años después de la victoria de Mao en la guerra civil.

Los católicos chinos y sus sacerdotes se dividieron posteriormente en dos bandos: los miembros de la Asociación Patriótica Católica, administrada por el estado, y aquellos que practicaban su culto en secreto, permaneciendo leales al Vaticano a riesgo de ser reprimidos y arrestados.

En 2018, ambas partes anunciaron un «acuerdo provisional», que parecía contribuir en cierta medida a superar el impasse. Los detalles nunca se han publicado. Pero en la práctica parece otorgar a Beijing el derecho a recomendar obispos, que el Papa puede aprobar o vetar. De hecho, aprobó a dos.

Francisco expresó su esperanza de que «con estas decisiones, se inicie un nuevo proceso que permita superar las heridas del pasado, conduciendo a la plena comunión de todos los católicos chinos»

Muchos conservadores de la Iglesia no están de acuerdo. Creen que es una concesión a un régimen represor de la religión.

El acuerdo se renovó en 2020 y 2022. El año pasado se prorrogó por cuatro años.

¿Un Papa asiático?

Cardenal Luis Antonio Gokim Tagle. Foto: APCardenal Luis Antonio Gokim Tagle. Foto: AP

En este contexto, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, con sus 67 años, es un nombre que se menciona a menudo entre los liberales de la Iglesia Católica para remplazar al Papa Francisco. Sería el primer Papa asiático de la historia.

Una decisión difícil. El cardenal y teólogo conservador alemán Gerhard Müller advirtió que “la alternativa era una Iglesia que corre el riesgo de dividirse en dos si no se elige a un papa ortodoxo”.

“Ningún católico está obligado a obedecer una doctrina errónea”, dijo.

Conocido como «el Francisco asiático» por su buen humor y sus ideas progresistas y “Chito” para sus amigos y fieles, el cardenal Tagle comparte la humildad del pontífice fallecido. En el seminario de Filipinas, donde vivió durante unos 20 años, su habitación no tenía aire acondicionado ni televisión. Cuando fue nombrado obispo, prescindió del coche y fue a trabajar en autobús o «jeepney».

"Te amamos" reza un afiche del papa Francisco en Quenzon, Filipinas. Foto: AP «Te amamos» reza un afiche del papa Francisco en Quenzon, Filipinas. Foto: AP

Edward Pentin, experto en el Vaticano, declaró: «Hace cinco o seis años, era el favorito del Papa Francisco para sucederlo. Está al frente del importante nuevo superdicasterio para la evangelización. Es un candidato bastante fuerte. Y aún es relativamente joven».

Su edad podría jugar en su contra: los cardenales se muestran recelosos de nombrar a un hombre relativamente joven. Su papado sería largo y frustraría las chances de otros prelados de llegar al trono de San Pedro.

En Filipinas, donde el 80% de la población es católica, los Papas siempre son venerados. Francisco era especialmente querido. Muchos recuerdan con cariño su visita de 2015, que tuvo lugar poco más de un año después de que el país sufriera el devastador tifón Haiyan, que causó la muerte de más de 6.000 personas.

Africa, el corazón del Papa

El Papa Francisco abrazó a África en su corazón.

Considerado el pontífice soberano de las “periferias”, el Papa del Sur, Francisco ha tenido un profundo impacto en los africanos. Defensor de los refugiados, de los migrantes, de los desposeídos, para los africanos era su voz. Alguien que entendía sus necesidades.

Fieles aguardan una misa con el Papa Fracisco en Sudán del Sur. Foto: Simon Maina/ AFP Fieles aguardan una misa con el Papa Fracisco en Sudán del Sur. Foto: Simon Maina/ AFP

Con una población católica, cristiana, animista y musulmana en el continente, el Papa fue aceptado por todos porque lo sentían cercano a los más humildes, a los olvidados. Todos recuerdan cuando besó los pies de los refugiados musulmanes y de los presos en Semana Santa. Su primer viaje fue a Lampedusa, a recibir a los que llegaban por el Mar Mediterráneo.

Desde su elección en 2013, el Papa argentino hizo cinco viajes al continente africano, visitó 10 países. Habló contra la corrupción, el neocolonialismo, el saqueo de los recursos naturales.

África tiene sus bemoles entre los católicos y es cultural. La realidad es que muchos sacerdotes africanos están casados y con hijos. Un estatus al que el Vaticano acepta entre bambalinas por las diferencias culturales. Pero los religiosos en el continente negro no aceptan la homosexualidad, en una cercanía con la religión musulmana. Cualquier avance del Papa Francisco hacia la comunidad gay era resistido por los africanos.

¿Un Papa africano?

Para este Cónclave hay tres “papables” africanos.

Cardenal Peter Turkson. Foto: Víctor SokolowiczCardenal Peter Turkson. Foto: Víctor Sokolowicz

Asesor clave del Papa Francisco en temas como el cambio climático y la justicia social, el cardenal Peter Turkson podría ser el primer papa negro.

Nacido en Ghana, el Papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Cape Coast en 1992 y, 11 años después, lo convirtió en el primer cardenal en la historia de este estado de África Occidental.

Los ascensos continuaron bajo el sucesor de Juan Pablo II, Benedicto XVI, quien lo llevó al Vaticano en 2009. Lo nombró presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, el organismo que promueve la justicia social, los derechos humanos y la paz mundial.

Atrajo mucha atención por su asistencia a conferencias, como el Foro Económico de Davos.

El Papa Francisco fusionó el departamento del Cardenal Turkson en 2016 con otras tres oficinas, lo que provocó lo que algunos percibieron como una lucha de poder entre él y otro cardenal.

El cardenal Turkson renunció a ese cargo en 2021. Fue nombrado director de dos academias pontificias de ciencias y ciencias sociales.

Cardenal Fridolin Ambongo. Foto: APCardenal Fridolin Ambongo. Foto: AP

El cardenal Fridolin Ambongo, de la convulsionada República Democrática del Congo, tiene 65 años. Una voz poderosa en el movimiento por la paz en la República Democrática del Congo. Un país devastado por décadas de violencia. Él podría reunir los votos de los cardenales considerados conservadores.

Había sumado su voz a las protestas suscitadas por la publicación en diciembre de 2023 por el Vaticano del documento “Fiducia supplicans” (“Confianza del suplicante”), que abre la vía a bendiciones para las parejas del mismo sexo. Arzobispo de Kinshasa desde 2018 y cardenal desde 2019, también fue miembro del «C9», el consejo de nueve cardenales encargado de asesorar al Papa sobre la reforma de la Iglesia.

Cardenal Robert Sarah. Foto: APCardenal Robert Sarah. Foto: AP

Hay otro candidato africano. Robert Sarah es un cardenal ultraconservador de Guinea, particularmente en temas de homosexualidad e inmigración. Estuvo en el centro de una controversia en 2020, después de escribir un libro defendiendo vigorosamente el celibato sacerdotal. Esto fue visto como un desafío a la autoridad de Francisco. Estuvo a cargo de la liturgia en el Vaticano.

Arzobispo de Conakry de 1979 a 2001, este prelado tradicionalista fue nombrado cardenal en 2010 por Benedicto XVI. Al igual que Peter Turkson y Fridolin Ambongo, Robert Sarah podría convertirse en el primer papa negro.


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