Elon Musk Vs Donald Trump: la interna por los aranceles dentro de la casa blanca
Los aranceles que Donald Trump amenazó con imponer al comercio bilateral de Estados Unidos la semana pasada conmocionó al mundo. El impacto que estos aranceles podrían haber causado en el comercio internacional van desde la subida de precios de productos arancelados hasta la modificación absoluta de históricos acuerdos internacionales.
Sin embargo, un impacto que parecen no haber previsto fue dentro del propio gabinete presidencial. El magnate Elon Musk, una de las figuras claves dentro del gobierno de Donald Trump, se mostró muy en desacuerdo con la aplicación de estos aranceles como estrategia, y lo hizo nada menos que en su red social X, publicando inmediatamente después del anuncio un video de Milton Friedman explicando los beneficios del libre comercio mundial.
Esta posición revela una interna dentro del gabinete de Donald Trump, expresado principalmente entre personalidades como Elon Musk, por un lado, mientras que del otro se encuentra Peter Navarro, uno de los principales consejeros de Trump e impulsor de los aranceles.
La posición de Musk
En un principio, Elon Musk no estaba en contra de la aplicación de aranceles. De hecho, una de las razones por las que el CEO de Tesla se involucró tanto en la campaña presidencial de Donald Trump, aportando cientos de millones de dólares y siendo una de las figuras públicas de mayor apoyo, fue la promesa de que su gobierno aplicara aranceles a los autos eléctricos chinos que en el último año le han sacado porciones importantes de mercado.
La esperanza era que Trump aplicara mayores aranceles a China, principalmente a productos terminados. De esta manera Elon Musk se aseguraría que que los autos eléctricos Tesla sean los mas baratos dentro del mercado norteamericano y tendría ventajas competitivas frente a marcas chinas.
Sin embargo, la aplicación de aranceles de forma generalizada no beneficia a Tesla sino que compromete y perjudica a la empresa. Cómo toda empresa, Tesla utiliza insumos y partes importadas para ensamblar los autos eléctricos que fabrica en Estados Unidos, como baterías de litio u otros insumos provenientes de China, Corea del Sur, Japón y México.
Entonces, la aplicación de aranceles a estos países significaría que Tesla debería pagar estos aranceles para importar los productos que necesitaría para producir los autos eléctricos en Estados Unidos, encareciendo a su vez el costo final y perdiendo ventajas competitivas que había obtenido al producir en el país.
Además de esto, los aranceles que amenazan imponer mercados como el de Canadá o la Unión Europea encarecería los Tesla en estos países, haciendo más atractivos autos como los BYD chinos que en los últimos años ya se han convertido en los más vendidos en el mundo.
A esto se le suma el encarecimiento de importación de insumos necesarios para el desarrollo de sus otras empresas, como la fabricante de equipos espaciales SpaceX o la desarrolladora de inteligencia artificial xAI.
Las ayudas al coche eléctrico del gobierno bonifican con 10000€ la compra de un Tesla, de Elon Musk y de quienes nos ponen aranceles. Y, a su vez, ponemos aranceles del 45% a los coches eléctricos chinos, más baratos y eficientes. Menos mal que nos íbamos a poner duros con Trump pic.twitter.com/vvu1v7sIjX
— Javier Sánchez Serna (@J_Sanchez_Serna) April 10, 2025
Musk quedó desautorizado
La aplicación de aranceles no solo perjudican a Musk económicamente, sino que además el anuncio lo dejó desautorizado, ya que días antes el magnate participaba de meeting con miembros de la Unión Europea donde argumentaba la necesidad de llegar a un régimen de aranceles cero con Estados Unidos.
Durante una videollamada en el congreso del partido italiano Liga Norte, Musk afirmó que “lo ideal sería una zona de aranceles cero entre Estados Unidos y la Unión Europea”. El comentario, dirigido a Matteo Salvini —dirigente soberanista y actual viceprimer ministro de Italia— fue también un mensaje velado hacia la Casa Blanca. “Espero que Estados Unidos y Europa puedan establecer una asociación muy estrecha. Ese fue mi consejo al presidente sin duda”, remarcó.
Musk ha advertido que la política arancelaria impulsada por Trump y Navarro está afectando negativamente a la economía estadounidense. En su visión, estos aranceles no solo aumentan el costo de los productos para las familias estadounidenses —contradiciendo la promesa de Trump de reducir el costo de vida— sino que también pueden avivar la inflación, generar recesión y socavar la competitividad internacional de empresas como Tesla y SpaceX.
BREAKING: In a stunning moment, Donald Trump’s Transportation Secretary just blamed Elon Musk and DOGE for cuts after multiple fatal aircraft crashes. This is shocking. pic.twitter.com/88fXHEWtSo
— Democratic Wins Media (@DemocraticWins) April 11, 2025
El cruce con Peter Navarro
El desacuerdo entre Musk y Navarro ha dejado de ser un diferendo técnico para convertirse en un enfrentamiento público. Musk ha calificado al asesor comercial como “incompetente” y ha señalado que sus políticas son perjudiciales para la economía nacional. Navarro, por su parte, respondió con desdén, minimizando el rol de Musk como empresario.
“Cuando se trata de aranceles, todos en la Casa Blanca —y el pueblo estadounidense— entienden que Elon no es realmente un fabricante de automóviles; es un ensamblador de autos”, lanzó Navarro en una entrevista con CNBC. Afirmó que Tesla depende de componentes provenientes de China, Japón y Taiwán, y defendió la visión de Trump: “Queremos neumáticos hechos en Akron, transmisiones fabricadas en Indianápolis, motores producidos en Flint y Saginaw. Queremos que los autos se construyan aquí”.
Musk a Trump: “Crei que éramos amigos…” pic.twitter.com/sLkXfiL4dL
— Simpsonito (@SoySimpsonito) April 7, 2025
Un divorcio político en marcha
El distanciamiento de Musk respecto a Trump es cada vez más evidente. Si bien el magnate había sido un aliado relevante para el presidente en materia tecnológica y energética, su oposición a los aranceles marca un punto de inflexión. Ya circulan rumores sobre su posible salida del entorno presidencial. La crisis interna entre Musk y Navarro refleja una tensión más profunda: la que existe entre la visión proteccionista de Trump y una parte del empresariado tecnológico que apuesta por la globalización.
Mientras tanto, la Unión Europea se muestra dispuesta a negociar. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha planteado una propuesta de “cero por cero” en bienes industriales, una iniciativa que Musk ha respaldado públicamente. Sin embargo, con Trump decidido a endurecer su política comercial, la posibilidad de un acuerdo parece lejana.
La disputa entre Musk y Navarro es, en el fondo, un espejo de la lucha entre dos modelos económicos: uno que mira hacia adentro, con fronteras elevadas y producción nacional, y otro que apuesta por el libre comercio, la integración global y la cooperación. Por ahora, Trump parece inclinarse por el primero, aunque los efectos de su decisión podrían terminar inclinando la balanza en dirección contraria.
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