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golpeado por las derrotas, Donald Trump sigue atacando a Zohran Mamdani, pero el alcalde electo de Nueva York no se queda callado

Al día siguiente de que su partido sufriera una dura derrota electoral en la ciudad de Nueva York, donde ganó el joven socialista demócrata Zohran Mamdani, el presidente Donald Trump lanzó este miércoles una advertencia a los estadounidenses: “Mientras yo esté en la Casa Blanca, Estados Unidos no se volverá comunista de ninguna manera”, afirmó.

El presidente reaccionó así a un triple golpe que los demócratas le asestaron el martes a su partido y a su propia gestión al frente del gobierno en Nueva York y también en New Jersey y Virginia, donde ganaron dos candidatas demócratas a la gobernación igualmente por amplio margen.

En una conferencia del American Business Forum organizada en Miami, que nucleó a figuras de la política y el deporte, el principal invitado fue Trump, que se presentó justo al día siguiente de las elecciones. El magnate habló en el mismo evento al que este jueves asistirá Javier Milei y que aglutinó a estrellas como Lionel Messi, los tenistas Rafael Nadal y Serena Williams, la premio Nobel de la Paz María Corina Machado, e jefe de FIFA Gianni Infantino y otros líderes de empresas de primera línea.

“Después de los resultados de anoche, la decisión que enfrentan todos los estadounidenses no podría ser más clara: tenemos una elección entre comunismo y sentido común”, dijo Trump. “Y mientras yo esté en la Casa Blanca, Estados Unidos no se volverá comunista de ninguna manera, forma o figura”.

Mamdani, que era prácticamente un desconocido hace pocos meses, fue elegido alcalde de Nueva York por unos 9 puntos sobre el moderado ex gobernador Andrew Cuomo, a pesar de que Trump salió a amenazar con que quitaría la ayuda federal a la ciudad si ganaba un “comunista” y apoyó abiertamente al rival de Madmani.

Estadounidense naturalizado, nacido en Uganda, hijo de padres de India y musulmán, Mamdani rompió todos los esquemas al proponer un programa de reformas radicales para la ciudad, que incluye transporte y guarderías gratis para los vecinos, un freno a los precios de los alquileres y la construcción de viviendas accesibles y también supermercados subsidiados para vender alimentos baratos. Financiaría esas medidas con un aumento de impuestos a los multimillonarios y a las corporaciones financieras.

El presidente Donald Trump aborda el Air Force One el miércoles 5 de noviembre de 2025 en el Aeropuerto Internacional de Miami, rumbo a Washington. Foto APEl presidente Donald Trump aborda el Air Force One el miércoles 5 de noviembre de 2025 en el Aeropuerto Internacional de Miami, rumbo a Washington. Foto AP

Trump buscó sembrar el miedo a Mamdani al final de la campaña, pero los estadounidenses lo castigaron: mujeres, jóvenes, universitarios y minorías (especialmente latinos y asiáticos), lo votaron en masa.

En un conferencia de prensa tras su victoria Mamdani prometió gobernar para todos e incluso que estaba dispuesto a hablar con Trump. “Estoy interesado en tener una conversación con el presidente Trump sobre las formas en que podemos trabajar juntos para servir a los neoyorquinos, ya sea cumpliendo sus promesas de campaña sobre el costo de vida o los muchos temas que los neoyorquinos me han compartido acerca de los impactos drásticos que la legislación que el presidente Trump ha impulsado en Washington significará para ellos y sus vidas”.

“Espero con interés tener esas conversaciones y dejar claro que, si alguna vez hay algo de lo que se pueda hablar que beneficie a la gente de la ciudad, estoy listo y dispuesto a hablar con quien sea sobre ello”, agregó el alcalde electo.

Además, Mamdani respondió a las críticas sobre la retórica de su campaña hacia Israel y la guerra en Gaza, diciendo: “Tomo el tema del antisemitismo muy en serio”. “Mi alcaldía se mantendrá firme junto con los neoyorquinos judíos en la lucha contra el flagelo del antisemitismo en toda la ciudad”, señaló.

Mas allá de las palabras conciliadoras de Mamdani, Trump continuó con su ofensiva contra el alcalde electo. «Ahora los demócratas son tan extremos que Miami pronto se convertirá en refugio para quienes están huyendo del comunismo en Nueva York. Huyen, huyen. ¿Dónde vives? En Nueva York, pero estoy tratando de irme porque no quiero vivir en un régimen comunista», dijo. Y agregó que “Estados Unidos perdió un poco de soberanía anoche en Nueva York».

Ilustración que muestra los periódicos Daily News y New York Times publicando las noticias sobre la victoria de Zohran Mamdani en las elecciones. Foto ReutersIlustración que muestra los periódicos Daily News y New York Times publicando las noticias sobre la victoria de Zohran Mamdani en las elecciones. Foto Reuters

El de Miami fue el primer gran evento público de Trump tras los comicios del martes, en los que los demócratas ganaron en Nueva York, New Jersey y Virginia y también una votación sobre la Proposición 50 en California para crear un mapa electoral que dará cinco nuevos escaños para el Partido Demócrata.

Abigail Spanberger, una excongresista demócrata, ganó la gobernación de Virginia con una campaña que destacó las consecuencias de los recortes al gobierno federal que hizo Trump (Virginia es un estado lindero a Washington DC). La congresista demócrata Mikie Sherrill ganó en New Jersey con la promesa de declarar el estado de emergencia en los costos de los servicios públicos y congelar las tarifas. Ambas trinfaron por dos dígitos.

Por la mañana Trump había reconocido que los republicanos habían «aprendido mucho» tras las victorias demócratas y atribuyó la derrota al cierre del Gobierno, convertido ya en el más largo de la historia del país, con cientos de miles de empleados públicos en sus casas sin cobrar sueldos porque demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo en el Congreso por la ley de Presupuesto.

Este cierre, más la situación económica general, elevó el malhumor del electorado. Trump prometió bajar la inflación desde el día cero y no lo está logrando porque los estadounidenses ven que los precios de los alimentos suben en el supermercado.

También han caído mal algunos gestos de Trump, como el derribo del ala este de la Casa Blanca para construir un nuevo salón de baile, la remodelación del lujoso baño de Lincoln, y las fiestas de Halloween que celebró durante el cierre del gobierno, mientras los empleados públicos no cobran.

«Trump es indiferente al dolor que sienten las familias estadounidenses», dijo la representante Suzan DelBene de Washington, quien lidera la campaña de los demócratas de la Cámara de Representantes de cara a las elecciones legislativas de 2026.

Solo el 30 por ciento de los votantes cree que Trump ha estado a la altura de sus expectativas para abordar la inflación y el costo de vida, según una encuesta reciente de NBC News, su calificación más baja sobre cualquier tema. Y un escaso 27 por ciento de los votantes en una encuesta de CNN a fines de octubre dijo que las políticas de Trump habían mejorado las condiciones económicas del país.


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