Peteco Vischi, el alfil de Valdés que encubre escándalos nacionales y sueña con gobernar Corrientes
El correntino Eduardo «Peteco» Vischi no es cualquier senador: es el jefe del bloque radical en la Cámara Alta, mano derecha de Gustavo Valdés en Buenos Aires y una figura que suena cada vez con más fuerza como posible sucesor del actual gobernador. Pero su conducta política reciente genera inquietud incluso dentro de su propio partido.
Mientras la provincia de Corrientes enfrenta sucesivas crisis económicas, tarifazos de servicios y transporte público y un deterioro profundo del tejido social (entre otras cosas, por los preocupantes índices de pobreza), Eduardo Vischi parece concentrado en operar como escudo político de Javier Milei y sus aliados más oscuros.
Caso $LIBRA: Vischi primero impulsó y luego bloqueó la investigación
En febrero, Vischi fue uno de los firmantes del proyecto para crear una comisión investigadora del escándalo de la criptomoneda $LIBRA, un esquema que habría salpicado al propio presidente Milei y que ya era investigado por la justicia federal a través del juzgado de María Servini y el fiscal Eduardo Taiano.
Pero a último momento, y según reconstrucciones periodísticas y testimonios de senadores presentes, el legislador dio marcha atrás por un presunto pedido del gobernador Gustavo Valdés y presiones de la Casa Rosada.
La maniobra fue tan evidente que dejó en ridículo al bloque radical. El proyecto quedó a un solo voto de aprobarse: Vischi fue clave para ese fracaso, junto a otros senadores funcionales a los gobernadores radicales y a Javier Milei.
Lago Escondido: otro favor para los poderosos
La segunda, no menos polémica, jugada de Vischi ocurrió días atrás, cuando intervino para evitar el avance de las denuncias contra los jueces federales que viajaron en secreto a la estancia Lago Escondido del magnate británico Joe Lewis.
El Consejo de la Magistratura recibió más de 100 denuncias por ese viaje, que podría configurar los delitos de dádivas y cohecho agravado. Sin embargo, el expediente fue cerrado por apenas dos votos. Uno de esos votos fue el de Eduardo Vischi.
El dirigente radical Pedro Salas lo acusó públicamente de «salvar» a los jueces. Vischi votó alineado con los consejeros del estamento judicial más conservador, repitiendo un patrón: cuando hay que defender a los poderosos, el senador de Valdés aparece como garantía de impunidad.
En tanto todos los reflectores, micrófonos y flashes se posan sobre el escándalo de la Jueza diva -que fantaseaba con impartir «Justicia divina» por la muerte de D10S- me pregunto ¿hasta cuándo el Senador VISCHI @PeteCoVischi seguirá presidiendo el Bloque de Senadores radicales? pic.twitter.com/zfZW8y0ESH
— Pedro José SALAS (@SalasPedroJose) May 28, 2025
Estos episodios exponen un doble juego que erosiona la credibilidad del radicalismo. Mientras algunos sectores del partido intentan diferenciarse de Milei, otros, como Peteco Vischi, actúan como operadores encubiertos del oficialismo libertario. Y lo hacen a costa de la transparencia y el interés público.
Incluso dentro del partido, voces como la de Salas y otros dirigentes piden que el senador correntino sea removido como jefe del bloque por haber traicionado el espíritu de la iniciativa institucional que él mismo firmó.
¿Un hombre así para gobernar Corrientes?
Que alguien con semejante historial reciente figure entre los posibles candidatos a gobernador de Corrientes no solo genera preocupación, sino que revela la falta de renovación real en la dirigencia del frente oficialista «Vamos Corrientes».
Para muchas personas que conocieron estas maniobras de impunidad, ya que además quedaron al descubierto por ser transmitidas en directo, el senador Vischi se configura como un político que prometió investigar y terminó encubriendo; que levantó la voz contra la corrupción pero votó para protegerla; y, no menos preocupante, que responde más a Buenos Aires que a los intereses de su provincia.
Otros tantos dirigentes que trabajan día a día por mejorar la política local consideran que si Corrientes busca un cambio real en 2025 no puede conformarse con los operadores que garantizan la impunidad del presidente de turno o de los jueces amigos del poder. Así, el caso de Eduardo Vischi debe ser una advertencia: no se puede construir futuro sobre el silencio, la obediencia ciega y el encubrimiento.
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