Segundo día del cónclave: la Iglesia expectante por el nuevo papa

Este jueves 8 de mayo, desde muy temprano, el mundo entero posa su mirada sobre la chimenea de la Capilla Sixtina a la espera de una noticia histórica. Debajo de los frescos de Miguel Ángel, 133 cardenales, de más de 70 países, definen quién será el nuevo líder de la Iglesia Católica. El elegido será el pontífice 267°, desde la elección del apóstol San Pedro por manos del mismo Jesucristo, según indica la tradición católica.
Elección del nuevo papa: ¿qué significa la fumata blanca y la fumata negra?
La fumata blanca es el signo visible de que un cardenal participante del cónclave obtuvo un respaldo mayoritario de de dos tercios de los electores y se convirtió en el nuevo papa de la Iglesia católica.
La fumata negra significa que no se ha elegido al nuevo papa aún y se debe esperar hasta la siguiente ronda de votación.
Estas fumatas se generan al quemar las papeletas con sustancias químicas que producen ese color oscuro, junto con otros materiales, según un método modernizado desde el año 2005 para hacer el color más claro y reconocible. Para dicho humo, se emplea perclorato de potasio, antraceno (un componente de alquitrán de hulla) y azufre.
Horario de las fumatas del segundo día del cónclave, 8 de mayo
Primera fumata hoy 8 de mayo
- Si se elige papa en la primera ronda de la mañana, los horarios serán los siguientes: Argentina: 5:30 a. m.
- Si no se elige papa en la primera votación, la fumata será al mediodía de Roma, es decir: Argentina: 7:00 a. m.
Segunda fumata hoy 8 de mayo
- Si se elige papa en la primera ronda de la tarde los horarios serán los siguientes:
Argentina: 12:30 a. m. - Si no se elige papa en la primera votación, la fumata será en estos horarios:
Argentina: 2:00 p. m.

«Habemus papam»: qué significa el anuncio en latín
Cada vez que un nuevo papa es elegido, una fórmula en latín resuena desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, y marca un momento histórico para la Iglesia católica y el mundo: «Habemus Papam». La frase se traduce como “tenemos papa”.
La fórmula completa en latín, que tiene el encargo de enunciar el cardenal francés Dominique Mamberti, es: «Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam». Traducida al castellano significa: “Les anuncio con gran alegría: ¡tenemos papa! El eminentísimo y reverendísimo señor, el señor (nombre y apellido del cardenal), cardenal de la Santa Iglesia Romana, que ha tomado el nombre de (nombre papal elegido).”
El apellido del hombre que se convertirá en pontífice se pronunciará tal como está escrito en su lengua materna. El apellido de Francisco era “Bergoglio” y se pronunció en 2013 como “Bergoglio”.
Quién es Dominique Mamberti, el cardenal que anunciará al nuevo papa en el balcón del Vaticano
El cardenal francés Dominique Mamberti, de 73 años, será el encargado de pronunciar el histórico “¡Habemus Papam!” que dará a conocer al nuevo papa, una vez que los cardenales concluyan el cónclave en el Vaticano. Como protodiácono del Colegio Cardenalicio —es decir, el cardenal de mayor antigüedad en la orden de los diáconos—, Mamberti deberá salir al balcón de la Basílica de San Pedro para anunciar en latín a los fieles que se ha elegido a un nuevo Obispo de Roma.
La designación de Mamberti para ese rol clave se formalizó en julio de 2024. Su participación en este momento central del ritual vaticano tiene un peso simbólico e institucional: será la voz que anuncie el nombre del sucesor del papa Francisco.
El propio Mamberti tuvo un rol destacado durante los días de duelo. Fue él quien presidió la novena y última misa en homenaje al papa argentino. “Estuve con él el día de Pascua. Vi de cerca su sufrimiento, pero también su coraje y su compromiso inquebrantable con el Pueblo de Dios hasta el final”, declaró entonces.

«La sala de las lágrimas»: el sitio donde permanecerá el nuevo papa, tras ser electo
En la pared del Juicio Final de la Capilla Sixtina, a los lados del altar, hay dos puertas cerradas de pequeño tamaño. La de la izquierda conduce a la llamada «sala del llanto». Justo después de la elección, el Papa recién elegido entra en este lugar para cambiarse de ropa y recogerse en oración durante algunos minutos. Monseñor Marco Agostini, ceremoniero pontificio, explica: allí, el Papa toma conciencia de lo que ha llegado a ser, de lo que es a partir de ese momento.
En una de sus paredes, empotrada, hay una lápida con fecha del 31 de mayo de 2013 que dice: «En esta sala, denominada ‘del llanto’ desde Gregorio XIV, quien aquí, el 5 de diciembre de 1590, recién elegido Papa, derramó lágrimas de emoción, el nuevo Pontífice, después de aceptar la elección, se viste con los atuendos propios».

Es una sala muy pequeña, incluso angosta, compuesta por dos escaleras —una que sube y otra que baja— y una ventana. Lo que ocurre allí es importante desde el punto de vista simbólico. En ese momento, el nuevo papa toma conciencia de lo que ha llegado a ser, de lo que es a partir de ese instante.
Las dos preguntas decisivas que debe responder el nuevo papa
Una vez que un candidato obtiene la mayoría requerida, se le plantea una pregunta trascendental: «¿Acepta su elección canónica como Soberano Pontífice?». Este interrogante, formulado por el Cardenal Decano, busca confirmar la voluntad del elegido de asumir la responsabilidad más alta dentro de la Iglesia Católica.
Si el candidato acepta, se le formula una segunda pregunta: «¿Con qué nombre quiere ser llamado?». La elección de un nuevo nombre papal es una tradición que simboliza un nuevo comienzo y refleja las aspiraciones o inspiraciones del nuevo líder. Esta práctica se remonta al año 533, cuando el Papa Juan II adoptó un nombre diferente al suyo al asumir el pontificado.
Tras responder afirmativamente a la primera pregunta y seleccionar su nombre papal, el nuevo Papa se viste con las vestimentas blancas tradicionales y es presentado a la congregación de cardenales, quienes le ofrecen su respeto y obediencia.
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