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Friedrich Merz pierde la votación para ser elegido Canciller, algo nunca visto en la historia moderna del país

En un hecho sin precedentes en la posguerra, el conservador Friedrich Merz se quedó inesperadamente lejos de la mayoría parlamentaria necesaria para convertirse en canciller alemán el martes. Un duro golpe para su nueva coalición con los socialdemócratas de centroizquierda. La AfD, el partido de ultraderecha y segundo en las elecciones exigió nuevos comicios de manera inmediata. Por la tarde, se esperaba otra votación.

Merz, de 69 años, quien lideró a sus conservadores de la CDU/CSU a la victoria en las elecciones del 23 de febrero, obtuvo 310 votos en la cámara baja, según informó Julia Klöckner, presidenta del Bundestag.

Necesitaba 316 para asegurar la mayoría. Un total de 307 votaron en contra, además de tres abstenciones y un voto nulo. La votación se había considerado ampliamente como una formalidad, ya que su coalición con el SPD cuenta con 328 escaños en el parlamento. Merz permaneció impasible mientras Klöckner leía el resultado de la votación.

Sin precedentes

La derrota es una debacle para Merz y un hecho sin antecedentes en la Alemania democrática. Se esperaba la cancelación de sus visitas inaugurales a Varsovia y París, previstas para el miércoles, como nuevo líder de Alemania. El resultado mantiene a Olaf Scholz en el cargo de canciller interino por el momento.

El cristianodemóacrata Friedrich Merz a su llegada al parlamento antes de la votación. Foto: EFE El cristianodemóacrata Friedrich Merz a su llegada al parlamento antes de la votación. Foto: EFE

«Incluso, si resulta elegido en la segunda o tercera vuelta, una sombra se cierne sobre el inicio de su mandato como canciller», comentó la revista Der Spiegel en su sitio web.

Klöckner interrumpió la sesión para que los partidos pudieran consultar sobre cómo proceder. El Bundestag tiene 14 días para elegir a Merz u otro candidato a canciller con una mayoría absoluta. Los medios de comunicación alemanes informaron que no habría otro intento de elegir a un nuevo canciller el martes, aunque la CDU afirmó que se esperaba una segunda votación por la tarde.

El secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, afirmó que debería celebrarse una nueva votación parlamentaria lo antes posible. «Espero que esta noche tengamos un canciller llamado Friedrich Merz», dijo.

Los conservadores de Merz firmaron el lunes un acuerdo de coalición con el SPD, que cayó al 16,4% de los votos, su peor resultado en la historia de la posguerra alemana, en las elecciones de febrero.

Rebelión interna

Tras la votación, diputados de la CDU/CSU y los socialdemócratas se acusaron mutuamente de rebelión. Esto avivó los temores de que la coalición sea demasiado frágil para afrontar los retos que enfrenta Alemania para reformar su economía en crisis y mostrar liderazgo en Europa.

Alice Weidel, líder del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que terminó como el segundo partido más votado en las elecciones de febrero, afirmó que la votación «demuestra la débil base» sobre la que se construye la coalición. La AfD, que en las encuestas está empatada con la CDU/CSU, exigió nuevas elecciones inmediatas.

Votación parlamentaria en Alemania


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630 VOTANTES

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Fuente: legrandcontinent.eu
Infografía: Clarín

Al calificar el resultado como un «buen día para Alemania», Weidel declaró: «Merz debería dimitir y se debería allanar el camino para las elecciones generales».

Su co-líder, Tino Chrupalla, descartó que los 152 diputados de la AfD apoyaran a Merz en una nueva votación parlamentaria. «Estamos listos para unas nuevas elecciones», declaró a la cadena NTV.

A 80 años del fin de la guerra

La votación del martes se celebró en vísperas del 80º aniversario de la rendición incondicional de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Los votos son secretos y se emiten en el restaurado Reichstag, donde se conservan grafitis de las tropas soviéticas en varios puntos del edificio.

La semana pasada, el servicio de inteligencia interior alemán declaró haber clasificado a la AfD como una organización «extremista de derecha», lo que la somete a una vigilancia mayor y más amplia. Una medida criticada por Washington.

Estricto calendario de elección

La Constitución o Ley Fundamental de Alemania establece un calendario estricto para la elección de cancilleres. Si el Bundestag no lo cumple, el país se enfrenta a nuevas elecciones.

Si no se elige ningún canciller en 14 días, el umbral se reduce en la siguiente votación. Un candidato puede entonces ser elegido solo con mayoría relativa. Es decir, si obtiene más votos que cualquier otro candidato.

Si posteriormente obtiene la mayoría absoluta en otra votación, el presidente debe nombrarlo canciller en un plazo de siete días. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, el presidente tiene siete días para nombrar a un canciller o disolver el Bundestag. En ese caso, se deberían celebrar nuevas elecciones en un plazo de 60 días.

Esto dejaría a Alemania en una situación inestable durante más meses, dejando la posibilidad de que AfD, que quedó en segundo lugar con el 20,8 % en febrero, pero que desde entonces ha subido hasta aproximadamente el 26 % en las encuestas, se convierta en el partido con mayor representación.

Diferencias internas

Heinrich Oberreuter, politólogo, afirmó no sorprenderse por la derrota de Merz, dadas las objeciones del ala izquierda del SPD a su liderazgo y al acuerdo de coalición, que promete recortes a la asistencia social y medidas enérgicas contra los solicitantes de asilo.

«Esto ya demuestra que la coalición no es estable en sí misma. Sugiere que hay una minoría en el SPD que no está preparada para afrontar los complejos desafíos que enfrenta Alemania», declaró

Oberreuter afirmó que era probable que los grupos parlamentarios convencieran a los disidentes.

El conservador obtuvo 310 votos de los 621 emitidos y 630 diputados en total, anunció el presidente del Bundestag. Habría necesitado 316 para ser elegido.

Europa ansiosa

Este fracaso retrasa la inauguración prevista del nuevo gobierno, esperada con ansiedad en toda Europa, después de meses de inestabilidad política en Alemania. Un proceso que se inició desde la caída del gobierno de Olaf Scholz a finales de 2024, hasta las elecciones parlamentarias anticipadas de finales de febrero, que fueron ganadas por un estrecho margen por los conservadores de Friedrich Merz.

También podría aplazar la primera visita al extranjero como canciller, que Friedrich Merz tenía prevista para el miércoles en París.

Este fracaso ilustra su posición política frágil. Es impopular entre el público y es cuestionado dentro de una parte de su propio campo conservador, por haber relajado recientemente las muy estrictas normas nacionales sobre el déficit público, para poder financiar su programa de rearme nacional y modernización del país.

En el nuevo Bundestag, los conservadores y los socialdemócratas tienen un total de 328 votos. Pero el líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) no contaba con el apoyo total de estos dos bandos, que el lunes habían sellado su acuerdo de coalición de gobierno. Le faltaban 18 votos respecto a todas las fuerzas de la alianza.

Si Friedrich Merz obtiene la mayoría relativa, será confirmado como el décimo canciller de la Alemania moderna por el presidente Frank-Walter Steinmeier, quien lo recibirá en el palacio presidencial de Bellevue.

Viaje a Francia

Francia esperaba este miércoles en el palacio del Eliseo a Friederich Merz, que el liderazgo de Angela Merkel le hizo pasar un largo invierno como comandante de aviones, para “resolver los malentendidos francoalemanes” y fortalecer el histórico eje entre ambos países. No se sabe si vendrá. Tradicionalmente el primer viaje de un canciller alemán es a París y de un presidente francés a Berlín.

Una nueva era en las relaciones francoalemanas estaba a punto de comenzar. Es una promesa y una esperanza a ambas orillas del Rin.

La elección del socialdemócrata Olaf Scholz en 2021 puso de relieve la necesidad de una «soberanía estratégica» para la Unión Europea. Pero Scholz y Macron no lograron entenderse. La relación se ha enfriado en gran medida.

La guerra en Ucrania, el cuestionamiento de los fundamentos del modelo económico alemán, en particular con el aumento de los precios de la energía, pero también la agravación de los déficits franceses ha frenado el avance del eje París-Berlín.

El motor francoalemán en crisis

«El motor francoalemán ya no puede pretender impulsar a toda la UE», escribió el investigador Sébastien Maillard en una nota publicada por el think tank británico Chatham House. «Se necesitan más de dos para bailar el tango en la Europa de los Veintisiete», opina.

Ambas capitales miraron hacia otra parte. Francia firmará este viernes un nuevo tratado con Polonia, al mismo nivel que el Tratado de Aquisgrán con Alemania o el Tratado del Quirinal con Italia.

Alemania firmó el año pasado un acuerdo de defensa con el Reino Unido. Pero en la era de Donald Trump, esto no es suficiente. Las dos economías más grandes de la Unión no pueden avanzar por separado. Tanto en París como en Berlín, existe la promesa de «redescubrir el reflejo francoalemán».

Re-sincronizar rápido

«Re-sincronizar» las relaciones francoalemanas”. Ese es el principal objetivo entre Francia y Alemania. En los últimos tiempos, los dos países no han coincidido. Dos cuestiones en particular han cristalizado tensiones: la energética, con el lugar que se dará a la energía nuclear (autorizada en Francia, prohibida en Alemania, aunque Merz lamentó la decisión tomada en 2011 por su país), y la comercial, con el acuerdo con Mercosur (criticado por París pero apoyado por Berlín). En materia de defensa, los desacuerdos industriales también son persistentes.

«Hay dificultades. Ninguna de ellas es insuperable», dicen en el Palacio del Elíseo respecto a los futuros proyectos de aviones y tanques.

Pero en el Elíseo, apuestan por una «agenda francoalemana para el crecimiento y la competitividad de Europa» para salir de la crisis, con posiciones comunes sobre la simplificación regulatoria, la unión de los mercados de capitales y las inversiones públicas y privadas.

Del lado alemán se reivindica el mismo voluntarismo. «Europa debe hacerse adulta», afirma un diplomático alemán, lamentando «dolorosamente» el actual distanciamiento de Estados Unidos.


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