para las casas de apuestas, el italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Tagle son los máximos candidatos en las apuestas

Para las casas de apuestas no hay competencia, el próximo Papa surgirá entre el cardenal italiano Pietro Parolin y el cardenal filipino Luis Antonio Tagle.

Con la muerte de Jorge Bergoglio, de hecho, ha comenzado la inevitable carrera para adivinar quién será el nuevo sumo pontífice, en la que, por primera vez, interviene también la inteligencia artificial, cuya predicción, por el momento, es en todo caso similar a la humana.

Y, a medida que se acerca la fecha del Cónclave, las casas de apuestas están trabajando para promover las cuotas más atractivas, listas para actualizaciones de último momento sobre cualquier deserción o salto inesperado de los llamados «papabili».

Según las probabilidades de las agencias británicas, que siempre han sido las más activas e imaginativas en el frente de las apuestas no deportivas, Parolin, el actual secretario de Estado del Vaticano, tiene un 35% de posibilidades de ascender al trono papal, mientras que el filipino Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, tiene un 25%.

Sin embargo, se trata de evaluaciones en continua evolución y con brechas relativamente cercanas.

También figuran en los primeros puestos el húngaro Peter Erdo, el portugués José Tolentino, otros dos italianos (Matteo Zuppi y Pierbattista Pizzaballa) y los africanos Fridolin Ambongo Besungu, Peter Turkson y Robert Sarah.

Algunas agencias del Reino Unido ni siquiera excluyen a dos personas mayores de ochenta años que no participarán en el Cónclave, pero que, sin embargo, son elegibles en el rol, como el italiano Angelo Scola, ex arzobispo de Milán, y el canadiense Marc Ouellet.

Apuestas aparte, las especulaciones sobre la elección del nuevo Papa también han dado lugar a la primera edición de ‘Fantapapa’, un juego online que retoma las características del ya famoso ‘Fantasanremo’.

Miles de usuarios ya se han registrado en la plataforma donde no solo pueden presentar su propia ‘lineup’ de candidatos papales, sino también apostar por muchas otras opciones, como qué nombre elegirá, cuál será su primera palabra cuando anuncie su elección o en qué día de la semana será elegido.