A 110 años del genocidio del pueblo armenio, miles de jóvenes reclamaron Justicia en la Marcha de las Antorchas de Erevan

Sonia está orgullosa de ser armenia y en sus poco más veinte años dirigía el grupo de escolares que este miércoles 23 llevaba sobre la Plaza de la República, en el corazón de Erevan unas treinta banderas de algunos de los países reconocen como genocidio la matanza de no menos de un millón y medio de hombres, mujeres, niños y ancianos armenios en los inicios de la Primera Guerra Mundial.
Se cumplen 110 años de ese trágico capítulo de la historia y que el pueblo armenio compara con el Holocausto del pueblo judío y de otras minorías sobre en la Alemania nazi y tras los “muros” de la Segunda Guerra Mundial.
“Estamos aquí para recordar a nuestros héroes a los inocentes que murieron”, dirá esta joven en los inicios de la tradicional Marcha de las Antorchas que se realiza todos los años desde la década del noventa y en la previa del 24, que es la fecha que marca el inicio del Genocidio Armenio a manos del Imperio Otomano y que este país reclama que reconozca, condena y repare su sucesor, el Estado de Turquía.
Sonia prefiere concentrarse en dejar su presente y su futuro sobre el reclamo de su pueblo de manera constante no solo a Ankara sino a la comunidad internacional donde el pueblo armenio mantiene una fuerte militancia por el recuerdo y el reconocimiento.
Clarín está en Erevan en estos 110 años del Genocidio y acompañó el recorrido de la Marcha de las Antorchas que organiza la Unión Juventud Armenia de la Federación Revolucionaria Armenia (la FRA – Tashnagtsutiún) y la Unión de Estudiantes “Nikol Aghbalyan”
Esta comenzó en la Plaza de la República y culminó en el Complejo Memorial de Tsitsernakaberd, también en el corazón de esta capital. Este jueves el acto central es en ese memorial, que en los últimos días se fue llenando de ofrendas florales.
Desde las siete y media de la noche gente de todas las edades, y sobre todo jóvenes que se muestran como el futuro de la nación se van reuniendo en la plaza, donde unos voluntarios reparten una suerte de pequeñas lámparas de plástico rojo que llevan una vela adentro para encender cuando un locutor empieza el acto plagado de consignas históricas.
“La política de nuestros enemigos no cambió en 110 años en distintas ciudades”, dicen por momentos críticos también del gobierno de Nikol Pashinyan puesto que contiene llamados contra Turquía pero también contra los textos de un acuerdo con Azerbaiyán para normalizar las relaciones por primera vez después de más de tres décadas de conflicto.
Precisamente en la Marcha de las Antorchas hay posiciones más duras de recuerdo de lo sucedido y antes de que de comienzo la caminata, los participantes queman debajo de un escenario las banderas de Turquía y de Azerbaiyán, sus dos históricos enemigos.
Cada año se los acusa de planificar y ejecutar el Genocidio Armenio de 1915-1923, que dejó 1.500.000 víctimas, ademas de las dos guerras de Artsaj de 1988-1994 y 2020, y el desplazamiento, de 120.000 armenios del enclave de mayoría armenia de Nagorny Karabaj, que ahora es reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán. Fue luego de que en 2023 Azerbaiyán resolviera por capturar el territorio tras lo que su población terminó huyendo.
Cerca de las nueve de la noche, y con una tenue lluvia y un frio que ya no es el del invierno, la multitudinaria Marcha de las Antorchas rumbeaba por las principales avenidas de Erevan, que todos los 23 y 24 de abril apelan a un conocido reclamo: ¨Memoria, Justicia, Reparación”
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