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Estados Unidos e Irán abrieron otra ronda de negociaciones por el programa nuclear de Teherán


Irán y Estados Unidos mantuvieron el sábado una segunda ronda de negociaciones sobre el programa nuclear de rápido avance de Teherán en Roma, según funcionarios estadounidenses e iraníes.

Un funcionario norteamericano habló bajo condición de anonimato para discutir las negociaciones a puerta cerrada que se llevaban a cabo en la embajada de Omán, en el barrio Camilluccia de la capital italiana. La prensa estatal iraní también reportó el inicio del diálogo poco antes de la mediodía del sábado, mientras los reporteros observaban desde fuera.

Las conversaciones que se celebrarán en Italia durante el fin de semana de Pascua dependerán de nuevo del multimillonario estadounidense Steve Witkoff, el enviado del presidente Donald Trump para Oriente Medio, y del ministro de Exteriores de la República Islámica, Abbas Araghchi. Que encuentren un terreno común en las negociaciones de alto riesgo podría significar el éxito o el fracaso del diálogo.

Las negociaciones volverán a estar mediadas por el ministro de Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi.

El hecho de que haya conversaciones es ya un hecho histórico, dadas las décadas de enemistad entre las dos naciones desde la Revolución Islámica de 1979 y la crisis de rehenes en la embajada de Estados Unidos en Teherán. En su primer mandato, Trump retiró unilateralmente a Washington del acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales en 2018, desencadenando años de ataques y negociaciones que no lograron restaurar el pacto que limitaba drásticamente el enriquecimiento iraní de uranio a cambio del levantamiento de sanciones económicas.

El diálogo coincide con aumento de las tensiones en Oriente Medio En juego está un posible ataque militar estadounidense o israelí a los sitios nucleares de Irán, o que los iraníes cumplan con sus amenazas de desarrollar un arma atómica. Mientras, las tensiones en Oriente Medio han aumentado debido a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza y los ataques aéreos estadounidenses contra los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con el respaldo de Teherán, en los que murieron más de 70 personas y decenas más resultaron heridas.

“Estoy a favor de impedir, sencillamente, que Irán tenga un arma nuclear», afirmó Trump el viernes. «Quiero que Irán sea grande, próspero y magnífico”.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Esmail Baghaei, explicó a la televisora estatal que las conversaciones eran “indirectas” y que las delegaciones estaban en “diferentes salas” de la embajada. Antes había escrito en la red social X que Teherán “siempre ha demostrado, con buena fe y sentido de la responsabilidad, su compromiso con la diplomacia como una forma civilizada de resolver los problemas”.

“Somos conscientes de que no es un camino fácil, pero damos cada paso con los ojos abiertos, basándonos también en las experiencias pasadas”, agregó.

Araghchi se reunió el sábado por la mañana con su homólogo italiano, Antonio Tajani, antes de las conversaciones con Witkoff.

Rafael Mariano Grossi, el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, la agencia de control nuclear de Naciones Unidas, también se reunió con Tajani el sábado. En caso de que se llegase a un acuerdo, el OIEA podría ser clave para verificar el cumplimiento de los compromisos iraníes, como hizo en el pacto que alcanzaron en 2015 Teherán y las potencias mundiales.

Tajani dijo que Italia estaba lista “para facilitar la continuación de las conversaciones, incluso para sesiones a nivel técnico”.

Un acuerdo diplomático “se construye pacientemente, día tras día, con diálogo y respeto mutuo”, señaló en un comunicado.

Araghchi y Witkoff viajaron antes de su reunión Tanto Araghchi como Witkoff han estado viajando en los últimos días. Witkoff estuvo en París para participar en conversaciones sobre la guerra a gran escala de Rusia en Ucrania. Araghchi, por su parte, llegará desde la capital iraní tras visitar Moscú, donde se reunió con autoridades, incluido el presidente, Vladímir Putin.

Rusia, que es una de las potencias mundiales que firmaron el histórico pacto de 2015, podría ser un actor clave en cualquier acuerdo que cierren Teherán y Washington en el futuro. Los analistas sugieren que el Kremlin podría hacerse cargo del uranio iraní enriquecido al 60% de pureza, a un paso técnico corto de los niveles de grado armamentístico del 90%.

La capital de Omán, Mascate, fue la sede de la primera ronda de negociaciones entre Araghchi y Witkoff el fin de semana pasado, en la que los dos funcionarios se reunieron cara a cara después de conversaciones indirectas. Omán, un sultanato ubicado en el extremo oriental de la península Arábiga, ha servido durante mucho tiempo como interlocutor entre Irán y Occidente.

Antes de las conversaciones, Irán comentó unas declaraciones de Witkoff, quien primero sugirió que el país podría enriquecer uranio al 3,67% y luego afirmó que debía detener el enriquecimiento por completo. Ali Shamkhani, asesor del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, escribió en X antes de las negociaciones que Irán no aceptaría renunciar a su programa de enriquecimiento, como hizo Libia, ni utilizaría uranio enriquecido en el extranjero para su programa nuclear.

«Irán ha venido en busca de un acuerdo equilibrado, no de una rendición”, escribió.

Irán quiere un acuerdo para estabilizar su maltrecha economía La política interna de Irán sigue candente por el uso obligatorio del hiyab, el pañuelo con el que las mujeres deben cubrirse la cabeza, mientras muchas siguen ignorando la ley en las calles de Teherán. También persisten los rumores sobre el posible aumento del costo de la gasolina subvencionada, una medida que ya causó protestas a nivel nacional en el pasado.

La moneda iraní, el rial, se desplomó a más de un millón por dólar estadounidense a principios de mes. Pero el diálogo con Washington ha reforzado la moneda, algo que Teherán espera que continúe.

Mientras, dos Airbus A330-200 usados, buscados durante mucho tiempo por la aerolínea estatal de Irán, Iran Air, llegaron al Aeropuerto Internacional Mehrabad de Teherán el jueves, según datos de seguimiento de vuelos analizados por The Associated Press. Los aparatos, que antes pertenecían a Hainan Airlines, de China, habían estado en Mascate y se registraron nuevamente en Irán.

Los aviones tenían motores Rolls-Royce, que incluían importantes piezas y servicios estadounidenses. Una transición de este tipo necesitaría la aprobación del Tesoro de Estados Unidos dadas las sanciones que pesan sobre la República Islámica. El Departamento de Estado y el Tesoro no respondieron de inmediato a un pedido de comentarios.

Según el acuerdo de 2015, Irán podría comprar nuevos aviones y tenía acuerdos por decenas de miles de millones de dólares con Airbus y Boeing Co. Sin embargo, los fabricantes se retiraron ante las amenazas de Trump al pacto nuclear.


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