Crisis del consumo: 6 de cada 10 argentinos dejaron de comprar alimentos básicos

La política salarial del Gobierno de Javier Milei está afectando seriamente la economía del día a día de la gente y su poder de consumo. En todo el brutal ajuste que está llevando a cabo el gobierno, tiene que haber un ancla para el consumo, en este caso es la política salarial. Es decir que al mantener los salarios bajos y limitar los aumentos, el gobierno redujo el poder de compra de los argentinos e hizo que haya una caída importante en el consumo de productos esenciales, especialmente los alimentos.
Menos comida y más restricciones
La semana pasada salió a la luz un nuevo estudio sobre la situación Argentina titulado “Brújula Social” por Pulso Research. Los resultados son preocupantes, por ejemplo muestra que el 60% de los argentinos dejó de comprar alimentos básicos debido a la crisis económica. Además, 7 de cada 10 personas tuvieron que reducir su consumo en general, siendo la comida lo que más achicaron.
Que la alimentación sea donde las personas están haciendo sus ajustes habla de un piso total, es entrar a ahorrar en una de las necesidades básicas. El director de la consultora, Juan Adaro, señala que la situación es grave: “muchas personas han tenido que saltearse una comida para que sus hijos puedan comer”
Si bien el 21,9% dijo que recortó las salidas recreativas, con un 59%, las compras de comida y bebidas son las más afectadas. La compra de carne es un porcentaje entero en sí misma, con 17%. Además, quienes tienen entre 30 y 49 años son los que más dejaron de comprar carne y también han reducido la compra de medicamentos esenciales.
Más deuda y miedo a perder el trabajo
La gente no sólo dejó de consumir lo más posible sino que además vive endeudada. El 47% de los encuestados aseguró haber aumentado considerablemente su nivel de deuda para poder hacer frente a los gastos del hogar. Además la encuesta también revela que el 39% de los argentinos dejó de pagar algún impuesto o servicio durante el mes de febrero. La frutilla del postre: el 55% tiene miedo de perder su trabajo.
El miedo no es zonzo y es que en el 2024 más de 2.300 empresas cerraron sus puertas, mientras otras redujeron su producción o implementaron despidos masivos. Según un informe de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira), entre noviembre de 2023 y agosto de 2024 se perdieron 38.532 puestos de trabajo en la industria. Si se incluyen los sectores de construcción y minería, la cifra asciende a 126.050 empleos perdidos.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también informaron que tan sólo en los últimos días se registraron más de 3.600 despidos. Además, demandaron «una recomposición salarial urgente para todos los ingresos del sector público, que en 2024 perdieron el 44,4% de su poder adquisitivo”. Sobre la economía, el dirigente Rodolfo Aguiar opinó: “en este momento el Gobierno está atado con alambre y la economía a punto de explotar”.
Salarios bajos y menos consumo
Uno de los principales motivos de la caída del consumo es la política salarial del gobierno, que ha limitado los aumentos en las negociaciones paritarias. Según la consultora Synopsis, los acuerdos salariales bajaron a un 27,3% anual, con un aumento mensual promedio del 2,1%, el más bajo desde 2001.
Esto es muy distinto a lo que pasaba en febrero de 2023, cuando los aumentos anuales en paritarias llegaban al 234% debido a la inflación. Desde que asumió, el gobierno de Milei ha intentado que los sueldos suban menos de un 1% mensual, mientras que la inflación sigue por encima del 2%. Como resultado, los salarios fueron perdiendo hasta un 30% de su poder de compra en solo un año.
El gobierno ve los salarios como una herramienta para controlar la inflación. No hay medidas para mejorar el empleo ni fomentar el consumo, sino que se apuesta a reducir el gasto público y bajar los ingresos reales de los trabajadores.
¿Y los sueldos en dólares?
Una de las promesas en campaña de Milei fue los sueldos en dólares, que no se han hecho realidad pero podemos, por lo menos, medir los sueldos en dólares para un cálculo aproximado. Milei ahora asegura que la competitividad del país no depende solo del dólar, pero los números muestran otra realidad. Según datos del Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), el salario en dólares pasó de 500 en noviembre de 2023 a 1.091 en diciembre de 2024.
Sin embargo, este cálculo no refleja cuánto puede comprar realmente la gente. Si se tiene en cuenta la inflación y los precios internos, los salarios privados aumentaron sólo un 13,8% en 2024, lo que no alcanza para compensar el aumento del costo de vida. En términos reales, los sueldos siguen perdiendo valor y esto afecta directamente a la economía familiar.
Cuando hablamos de personas cuyo salario supera los $1091 dólares, además, estamos hablando de un grupo muy selecto de personas. Según un estudio realizado por periodistas del diario El País, Argentina es el país más caro en dólares de América Latina a la vez que tiene los salarios más bajos.

¿Es sostenible este modelo?
El gobierno de Milei celebra la desaceleración de la inflación como un logro, pero no menciona que esto se logró sacrificando el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin un plan para recuperar los salarios, el consumo seguirá cayendo y la recesión se profundizará, afectando a sectores clave de la economía y aumentando la desigualdad social.
En resumen, los sueldos están estancados, el consumo bajó y la calidad de vida de millones de argentinos se deterioró. Si no hay un cambio de rumbo, Argentina corre el riesgo de quedarse atrapada en un modelo de ajuste permanente, donde la recuperación económica solo sea un espejismo para la mayoría de la población.
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